No creo

Qué esperas de mí,

qué puedo esperar de ti,

reconocimiento, empatía, una palmaditaen la espalda?

Tu vives tu vida, trazas tu camino y

el que quiera que siga tu estela

Yo busco que me mires a los ojos, y que no puedas dejar de mirarme

tu vives para ti, yo tengo tanto que dar...

Quizás pretendo demasiado, las comparaciones son odiosas

pero no quiero volver a ese caos interior

a cada paso me hundo en la arena e intento salir a flote

Las historias no son como a mi me gustaría,

no puedo soportar que me dejes fuera de ese mundo

no creo que aguante mucho sintiendo esto

No puedo dejar que pasen por encima de mí

como una apisonadora y me dejen limitado,perdido, solo y loco

Creo que no aguantaré demasiado sintiendo esto,

es bonito pero duele como una cuchilla

penetrando en la piel

No necesito demasiado, que me des de comer de vez

en cuando tus sobras

No necesitas demasiado. no creo que me necesites

hoy ni mañana ni nunca

Summa Vitae

De todo lo que amé en días inconstantes
ya sólo van quedando

rastros,
marañas,
conjeturas,
pistas dudosas, vagas informaciones:
por ejemplo, la lluvia en la lucerna
de un cuarto triste de París,
la sombra rosa de los flamboyanes
engalanando a franjas las casa familiar de Camagüey,
aquellos taciturnos rastros de Babilonia
junto a los barrizales suntuosos del Éufrates,
un arcaico crepúsculo en las Islas Galápagos,
los prolijos fantasmas
de un memorable lupanar de Cádiz,
una mañana sin errores
ante la tumba de Ibn’Arabi en un suburbio de Damasco,
el cuerpo de Manuela tendido entre los juncos de Doñana,
aquel café de Bogotá
donde iba a menudo con amigos que han muerto,
la gimiente tirantez del velamen
en la bordada previa a aquel primer naufragio...

Cosas así de simples y soberbias.

Pero de todo eso
¿qué me importa
evocar, preservar después de tan volubles
comparecencias del olvido?

Nada sino una sombra
Cruzándose en la noche con mi sombra.