sábado, 19 de enero de 2008

fade



El día comienza su ocaso y
toda esa luz que embriagaba mis ojos,
retrocede y se va
Cinco minutos y mi fe habrá desaparecido
Cinco minutos y empezaré a olvidarme de mí
Cinco minutos y este vértigo no me dejará crecer
Cautivo de mi sombra, algunas cosas nunca cambian
-Estas cosas acaban mal, - dices
y mi poca lucidez se quiebra
-Esto es el principio del fin,
yo te escucho en silencio,
con el corazón colgando de mi pecho
con toda mi vida pendida de un hilo
Cambia de vida o consume tu tiempo


Jorge Lozano 19/ 01

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los sentimientos apocalípticos no son más que un buen comienzo para otra poesía.

Abrazos!
www.artemissublime.blogspot.com

Anónimo dijo...

olvidar es darle un prórroga al recuerdo