martes, 13 de marzo de 2007

Metafórica de lo intimo


POR TI, PARA QUE UN DÍA LLEGARAS

Por ti, para que tú un día llegaras,
¿no respiraba yo a media noche
el flujo que ascendía de las noches?
Porque esperaba, con magnificencias
casi inagotables, saciar tu rostro
cuando reposó una vez contra el mío
en infinita suposición.
Silencioso se hizo espacio en mis rasgos;
para responder a tu gran mirada
se espejaba, se ahondaba mi sangre.
¡Qué expresión fue sembrada en mi interior
para que, cuando crece tu sonrisa,
proyecte sobre ti espacio cósmico!
Pero tú no vienes, o vienes demasiado tarde.
Precipitaros, ángeles, sobre este
linar azul. ¡Segad, segad, oh ángeles!
(Rainer Maria Rilke)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Otra vez a la carrera!!!

Qué bueno encontrarme con el gran Rilke. Siempre me dió esa inspiración necesaria para matar las hojas en blanco.

Genial el poema que elegiste!
Besazos!